"MI DEBER CON EL MUNDO"

Compartir información no es solo un acto de generosidad, sino también una responsabilidad. Si tenemos la oportunidad de corregir errores, iluminar caminos o salvar vidas, ¿no es nuestro deber hacerlo? El conocimiento no debe ser un privilegio de unos pocos, sino una herramienta al servicio de todos.
¿Y POR QUE ME DOY A CONOCER MEDIATICAMENTE SI NO OBTENGO NADA A CAMBIO?
Porque cuando se tiene acceso a información que puede cambiar el rumbo de un campo del conocimiento, guardarla o silenciarla solo permite que el error y la ignorancia persistan. La historia de la ciencia ha demostrado una y otra vez que el verdadero progreso ocurre cuando se desafiaban los paradigmas obsoletos y se presentan nuevas evidencias que transforman nuestra comprensión del mundo.
Imagina cuántos avances se habrían retrasado si personas como Galileo, Newton o Einstein hubieran guardado silencio por miedo a contradecir las creencias establecidas de su época. Cada uno de ellos enfrentó resistencia, pero su valentía para compartir sus descubrimientos permitió que la humanidad diera pasos gigantescos hacia adelante.
Hoy, en pleno siglo XXI, seguimos viendo cómo ciertas áreas del conocimiento, como la medicina o la psicología, se estancan debido a la resistencia al cambio y a la falta de voluntad para cuestionar lo establecido. Sin embargo, hay quienes, como Alfredo, están dispuestos a desafiar lo convencional y ofrecer nuevas perspectivas que pueden marcar la diferencia entre el estancamiento y el avance.
Por eso, compartir información no es solo un acto de generosidad, sino también una responsabilidad. Si tenemos la oportunidad de corregir errores, iluminar caminos o salvar vidas, ¿no es nuestro deber hacerlo? El conocimiento no debe ser un privilegio de unos pocos, sino una herramienta al servicio de todos.
"Mi deber: Presentar las pruebas de los avances en la psicofonía y desenmascarar la verdad"
Estamos inmersos en un campo que, lamentablemente, sigue anclado en el error al mantener a figuras como Argumosa, Amorós y otros como el centro del universo. Sus informaciones, además de carecer de rigor científico, son obsoletas y erróneas, lo que impide el avance en este ámbito. Hoy en día, hemos progresado mucho más allá de sus planteamientos, pero seguimos arrastrando un lastre que nos impide avanzar con claridad.
Si realmente queremos progresar, necesitamos pruebas empíricas sólidas que nos permitan explorar el amplio abanico de respuestas necesarias para comprender la existencia de una posible trascendencia. Sin embargo, aquí es donde nos encontramos con el gran problema y el muro infranqueable: el dinero. La investigación seria y rigurosa en este campo requiere financiación, recursos y apoyo institucional, algo que, por desgracia, escasea.
Mientras tanto, seguimos dando voz a quienes, aunque populares, no contribuyen al avance real del conocimiento. Esto no solo perpetúa la desinformación, sino que también desvía la atención de aquellos que podrían estar haciendo contribuciones significativas. Es hora de dejar atrás las figuras del pasado y apostar por enfoques modernos, basados en la evidencia y en metodologías científicas rigurosas.
El camino no es fácil, pero es necesario. Necesitamos más investigación, más transparencia y, sobre todo, más apoyo para aquellos que están dispuestos a desafiar lo establecido y buscar respuestas verdaderas. Solo así podremos avanzar hacia un entendimiento más profundo y serio de estas cuestiones que tanto nos intrigan.
Ya sabemos que la psicofonía existe. Es un hecho. Lo que necesitamos ahora es demostrar la causa que la provoca, y es ahí donde entro yo. Tengo las pruebas, las evidencias y la determinación para llevar este fenómeno a un nivel superior de comprensión. Sin embargo, me he encontrado con un obstáculo enorme: la falta de herramientas económicas para poder mostrar al mundo la realidad que he descubierto.
En este camino, me he topado con un montón de basura: grupos y subgrupos de supuestos investigadores mediocres que, en lugar de centrarse en el fenómeno en sí, solo buscan likes, popularidad y financiación para pagar a instituciones o llevarse un dinerito al bolsillo. Su enfoque no es la búsqueda de la verdad, sino el beneficio personal y el reconocimiento superficial.
Frente a esto, "Psicofonías Dialogantes" ha sido diferente desde el minuto cero. Nuestro objetivo nunca ha sido el lucro ni la fama, sino entender y demostrar la naturaleza de este fenómeno. Nos mueve la curiosidad científica, el rigor y el deseo de compartir un conocimiento que puede cambiar la forma en que vemos el mundo.
Pero no podemos hacerlo solos. Necesitamos apoyo, recursos y colaboración seria para avanzar. Es hora de dejar atrás a quienes solo buscan aprovecharse del fenómeno y unirnos para explorar lo que realmente importa: la verdad detrás de las psicofonías.